Ángela Segovia: «Las propuestas más potentes, más interesantes y diferentes en poesía las están haciendo mujeres»

La poetisa española Ángela Segovia (Sarah Yáñez-richards / EFE)

Hace unos días, dentro de los Encuentros Poéticos organizados por la Universidad Popular de Palencia y la Biblioteca Pública de Palencia, pudimos escuchar y hablar de poesía con una de las voces jóvenes más particulares, valientes y reconocidas del panorama poético nacional. 

Ángela Segovia, nacida en Ávila y afincada en Madrid, es poeta e investigadora. Ha publicado los libros de poemas como ¿Te duele? (V Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande, 2009); de paso a la ya tan (Ártese quien pueda ed., 2013) y La curva se volvió barricada, Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2017 (La uña rota, 2016). Y ha traducido también el libro CO COCO U, de Luz Pichel (La uña rota, 2017). Ha publicado poemas en la revista literaria Cuadernos del Matemático (2009) y en la revista Piedra del Molino (2012), además de realizar también el fanzine autogestionado Escriaturas junto a otros colaboradores. Su proyecto teatral Cuarto para niños vivos que no quisieron nacer participó en los V Encuentros Magalia de Teatro Alternativo. Ha investigado conexiones entre lenguaje escénico, poético y sonoro en varias piezas, como son: El muro esta noche el río eclíptico, para el ciclo de poesía Zírculo Inestable de Tiza en La Tabacalera (Madrid, 2011); Ganas dan decirte muchas de, para el Festival Intersecciones Poéticas en el Teatro Juan de la Encina (Salamanca, 2015); Archiva vía metalada en las Picnic Sessions del Centro de Arte Dos de Mayo (Móstoles, 2015); Lo normal normal: un proyecto que encuentre el pensamiento en los desvíos del cuerpo que siente, junto a Óscar Villegas y Luciana Pereyra (para la Biblioteca Nacional de España, 2017). Desde hace varios años, participa activamente en Euraca (seminario de investigación en lenguas y lenguajes de los últimos días del euro) y actualmente está escribiendo su tesis doctoral que lleva por título Formas insurgentes de la poesía chilena postgolpe.

La creación, para Ángela Segovia, es una investigación constante y un acercamiento del rompecabezas que es el propio latido de la vida hasta el papel.

Vienes de una familia de Soria, de panaderos en Las Navas del Marqués… ¿Cómo surge la poesía entre la harina y los hornos?

Sí, creo que es un poco extraño que haya salido esa profesión de un lugar como Las Navas del Marqués, porque es un pueblo de Castilla y León donde la biblioteca no estaba especialmente dotada. En mi casa había bastantes libros, las colecciones típicas de clásicos universales y, a parte, mi padre tiene bastantes novelas porque le gusta leer novelas. Pero textos de poesía no había tantos. Empecé leyendo la Generación del 27 y creo que ahí me dí cuenta de que había una afinidad con las palabras en la parte más material y más esencial de la palabra, su mero sonido, antes siquiera de que empezara a significar algo. La primera conexión fue muy sentimental pero no vinculada al sentido de la lírica, sino vinculada al ritmo, al sonido, y me quedé enganchada hasta hoy.

¿Qué ha significado y significa para ti la poesía?

Creo que durante muchos años fue un espacio de fuga. Durante bastante tiempo lo llevé muy en secreto. Poca gente sabía que escribía, en mi entorno no lo sabían. Cuando vivía en el pueblo no lo contaba. Luego, con la publicación del primer libro, obviamente se hizo público. Y poco a poco la escritura ha dejado de ser una vía de fuga. Es como si de alguna manera ese túnel de fuga se hubiese vuelto hacia la realidad. Ahí donde está la escritura es donde me encuentro bien.

Por cierto, enhorabuena por el premio. ¿Cómo ha sido tu experiencia profesional desde que te dieron la noticia? ¿Sientes que te ha abierto más puertas?

No sé que pase de ahora en adelante, porque estas cosas al final siempre van poco a poco.Pero los primeros meses después del premio fue cómo si de repente te pusieran un foco en la cara. A nivel pequeño, porque bueno, es el mundo de la poesía y tampoco nunca es tanto. Lo primero que sentí fue terror y muchísima ansiedad porque no me gusta. Como te decía antes, al principio no dije a nadie que escribía. No es la parte que me gusta. Me gusta conectar con la gente a partir de la escritura y de la lectura de los poemas. Pero la parte mediática que va alrededor de eso y que tiene que ir, porque si no, tampoco estas presente, digamos que me produce cierta angustia. Estoy aprendiendo a convivir con ello.

Es complejo, no sé hasta que punto tiene que ver con mi carácter (que creo que sí) pero también son muchas cosas complejas que están mezcladas. Ahora que estamos hablando de mujeres y feminismo, hoy leía una entrevista a Virginie Despentes que decía que siempre le había impresionado la similitud que había entre la prostitución y el trabajo que hacía ella cuando iba a presentar sus libros. Bueno, obviamente, eso está ahí. Hay una parte de entrada a la parte mercadotécnica y comercial, cuando tu empiezas a manejarte de manera profesional en el mundo de la literatura. Y bueno, eso a mí me plantea problemas. Es parte también el dónde te sitúas tú y ahí creo que hay muchas preguntas que creo que es importante reflexionarlas. Para mí es importante, es una cuestión personal pero también política y de carácter, y tiene que ver con fragilidades personales…pero bueno, creo que está bien pensar en eso y tener una posición consciente.

Hablando de la obra premiada, La curva se volvió barricada, que recoge esas experiencias lingüisticas que has vivido a través de los años y reflexiona en torno al lenguaje. ¿Nos puedes hablar un poco el poemario?

Suelo tardar bastante en tener un proyecto terminado y en este caso “La curva se volvió barricada” tarde como 4 años en acabarla. Lo combinaba con otros trabajos de escritura, pero estuvo madurándose durante bastante tiempo. Mientras lo escribí viví en muchos sitios: viví en Madrid, Barcelona, estuve un tiempo en Chile, viajando por ahí, también en Valparaiso…Todo esto estaba sucediendo durante los años de la crisis y años posteriores y creo que hay una reflexión política sobre Europa, por ejemplo, en el libro. También hay una reflexión sobre la violencia en el sur de Europa en nuestros años, sobre cómo eso sucede en el lenguaje y sobre cómo el lenguaje puede intervenir sobre eso. También hay un trabajo sobre la violencia de género.

Estos son temas que aparecen y luego también hay una búsqueda de lenguaje, que se continúa de libros atrás, y que en este caso se concreta más. Tiene que ver con la mezcla de registros. Por ejemplo, vamos a pensar cuáles son los registros que entran o no entran en lo que se supone que es la poesía o la lírica. Entonces, creo que es interesante mirar donde se juntan cosas que antes no estaban juntas. Por ejemplo, qué pasa si juntamos registros orales, callejeros o hablas que no son el español de la Real Academia de la Lengua o de la meseta. Y qué pasa si bastardeamos todos esos lenguajes pero no de una manera arbitraria sino buscando cosas, conexiones y qué es lo que producen. Y si mezclamos eso con lenguajes más líricos o lenguajes narrativos.

Hace tiempo viví en Panamá, lugar donde escuché por primera vez el término «euraca» ¿Qué es Euraca?

Es un proyecto que iniciaron María Salgado y Patricia Esteban. Después, el colectivo fue formándose. De alguna manera hemos sido muchas las que lo hemos ido coordinando juntas durante 5 o 6 años. El proyecto tiene que ver con estar siendo escritoras o escritores en Europa, en el sur de Europa, en estos años, justo después del 15M. El grupo tenía un impulso político muy fuerte. Pero de alguna manera se impulsaba sobre todo en el lenguaje y la poesía. Había una cita de una autora, que creo que era Diamela Eltit (que es una escritora chilena), que decía algo así como “qué escribe una novela sudaka” y continúa diciendo otras cosas que no recuerdo. Entonces es esta cosa de ser europeos en los últimos días del Euro (que es una cita del seminario), que significa hacerse cargo del insulto y levantarlo como un estandarte y pensar desde ahí en un lenguaje para nosotrxs, un lenguaje que sentíamos que no se estaba produciendo pero que teníamos que hacer el pulso para sacarlo. Bueno, Euraca es un seminario de investigación de lenguajes y se basa en estudiar poéticas que nos interesan. Muchas son latinoamericanas.

Hemos visto que también has tocado el mundo teatral con Cuarto para niños vivos que no quisieron nacer o las piezas de investigación escénico-poética Guerra-vacas, El muro esta noche el río eclíptico o Archiva vía metalada. ¿Te consideras sólo poeta o sientes esa interrelación entre las dos disciplinas?

Sí, hice un proyecto teatral hace muchos años, pero que fue puntual porque había escrito un texto e hicimos una residencia con actores para darle cuerpo y de ahí salió una pequeña pieza. Pero el trabajo escénico que he hecho después tiene más que ver con cómo «performar» el poema ante la gente.

No le veía mucho sentido a los recitales tradicionales, me parecía que no pasaba nada en ellos, que no pasaba pensamiento y tampoco pasaba cuerpo. Desde que empecé, primero bastante ingenuamente pero con ganas y luego quizás no tan ingenuamente, he intentando pensar ese espacio de otra manera. De ahí han salido varias piezas.

Ahora el recorrido me está llevando a un lado más puramente sonoro, que creo que en realidad es más personal porque lo que he descubierto es que para mí lo emocional se vincula a lo sonoro. Ahora mi recital soñado es un recital en el que no se vea nada. Ya estoy empezando a hacer alguno en el que sólo se escuchan cosas. Podríamos decir que ahí, de alguna manera, desaparece lo escénico aunque también se puede decir que es una puesta en escena. A veces no hace falta poner muchas cosas para que suceda algo, pero sí pensar muy bien por qué estás haciendo lo que estás haciendo.

Recital Poético / Ángela Segovia. Área De Educación. Universidad Popular De Palencia

¿Y cómo es la experiencia de recitar en este espacio oscuro donde no se ve nada?

Bueno, era en una librería. Los libreros que eran muy simpáticos, taparon todas las entradas de luz que había, de modo que la gente estaba allí y no veían absolutamente nada. En esa lectura en concreto trabajé con distintas texturas de la voz. Había una parte que se escuchaba a través del teléfono, una parte que se escuchaba a través de los altavoces vehiculado por medio de un micrófono y luego había otra parte en la que era la voz desnuda ya sin ningún tipo de amplificación. Es la primera vez que lo hago y tampoco tengo muy claro qué es lo que sucede. Tengo claro lo que me pasó a mi, no tanto lo que le pasó a la gente. Me parece interesante ver cómo la voz cambia cuando pasa a través de unos elementos y cuando pasa a través del aire simplemente. Creo que al contraste es muy impactante sentir una voz desnuda a través de la oscuridad.

Es un poco violento, apagar la luz y obligar a la gente a estar en oscuras, estaba pensando ahora…pero creo que sí que ayuda y genera una escucha que yo no he visto o he sentido en otras lecturas. Y eso es muy bonito.

Como te comentaba, el proyecto Las que habitan, es un proyecto de visibilización de las mujeres en la Cultura en CyL. ¿Cómo sientes el mundo de la poesía en esta comunidad?¿Tiene futuro?

Si me pongo a pensar se me ocurren casos de poetas de mi edad que puedan ser de Castilla y León. En cualquier caso, como el ámbito de la poesía es tan pequeño y de alguna manera, marginal, creo que da igual si hablamos de una comunidad o de España entera, porque igual sigue siendo pequeña.

¿En qué estás trabajando ahora?

Pues estoy terminando un libro que se publicará en septiembre u octubre, con la misma editoral, que se llama La uña rota, que es una editorial segoviana y que está genial, los adoro, tienen cosas muy bonitas. En cuanto al libro, también llevo un montón de años con el texto, se llama “Amor divino”. La lírica tradicionalmente ha hablado de amor y yo me estaba planteando qué pasa con eso ahora que la cultura pop parece haber sido la gran heredera de la lírica en cuanto a ese tema. Me preguntaba si se puede hablar de ese tema con unos lenguajes diferentes y generando realidades diferentes. Esa es la pregunta que aborda este libro.

¿Qué estás leyendo ahora? ¿Que hay en tu mesita de noche?

Estoy leyendo justamente un libro de relatos de Walser que es una selección de relatos de amor. Son relatos cortitos. También estoy leyendo un libro de Marcel Schwob, que es un novelista francés que me gusta mucho. Y bueno, estoy leyendo un montón de cosas así que estas dos te dejo.

Por último, ¿Qué me dices del papel de la mujer en la poesía?¿Cuál es tu punto de vista?

Creo que estamos en un momento en el que en la poesía actual en España reinan las mujeres, para mí. Las propuestas más potentes, más interesantes y diferentes en poesía las están haciendo mujeres. Y esto se está empezando a notar. De echo, hace un tiempo, una revista mexicana hizo una selección de poesía española nacidas en los 80 y dio la casualidad de que todas las seleccionadas eran mujeres. El seleccionador dijo que no había buscado hacer una antología de mujeres, pero todas las escrituras que le habían gustado eran de mujeres. Creo que es un momento fenomenal para las mujeres en la poesía en España.

++info:
http://www.larota.es/autores/autores/%C3%A1ngela-segovia