“Creo que debemos pelear por una calle propia, segura y libre para todas las personas que la habitan, y mi corto se centra en reivindicarlo activamente”

Clara Santaolaya, en la plaza de la Libertad de Valladolid. / HENAR SASTRE

Hace unos días nos enteramos de que la vallisoletana Clara Santaolaya estaba buscando financiación a través de una campaña de micromecenazgo (hasta el próximo 15 de junio) para su nuevo corto, el corto feminista ‘Nuestra calle’. Con este corto plantea una reivindicación social, política, estética e individual, un grito de doce minutos contra el patriarcado, vertebrado en torno a cuatro mujeres que sufren esas agresiones de diferentes maneras.

Clara Santaolaya se mueve en el mundo de la comunicación en diferentes departamentos a través de los cuales, y gracias a su fuerza y empuje, trasmite aquellas historias que quiere contar. Se ha formado en realización de audiovisuales y espectáculos, periodismo, dirección de empresa audiovisual, dirección de cine en HD en la escuela CEV, escritura de largometrajes, ayudante de dirección en el Instituto RTVE y como Community Manager. ¿Queréis conocer un poco más sobre su trayectoria y visión? ¿Sobre su nuevo proyecto?

Luces, cámara…..¡Comenzamos la entrevista!

Nunca has dudado que lo que querías en la vida era contar historias. ¿Crees que el cine te da esa posibilidad? ¿En qué momento viste que hacer cine se había convertido en una especie de necesidad vital?

Sin duda, el cine es una herramienta poderosísima para la construcción de la idiosincrasia, la cultura y la autopercepción de las sociedades. El cine no deja de ser una auto representación, nos enseña como la sociedad se ve a sí misma.

Pero, además, tiene una enorme capacidad para perpetuar estereotipos o para cambiarlos. El cine, no únicamente, pero sí de forma determinante, nos dice qué es bello, qué es deseable, qué podemos esperar y determina, de forma muy certera, ciertas imágenes individuales y sociales que nos acompañan de por vida.

Las imágenes cinematográficas tienen una persistencia enorme en nuestro imaginario. De hecho, en determinados aspectos llegan a influirnos de tal forma que determinan nuestra opinión, nuestra emoción o nuestra actuación.

A mí ,el cine siempre me ha transmitido esa fuerza, esa potencia, esa capacidad de darte la vuelta por dentro y mostrarte quién eres, pero también, quién puedes llegar a ser. Por eso, quise dedicarme a esto desde muy pequeña.

¿Crees que tiene una fuerza para ser un medio de reivindicación sociopolítica? ¿A través del cortometraje, el mensaje llega al púbico?

Por supuesto. El cine, desde sus inicios, se ha dedicado con ahínco a tratar de conformar y remodelar el mundo. Desde sus inicios, el cine se ha hecho eco de los cambios sociales y de las revoluciones políticas. Tenemos miles de ejemplos de la relación bidireccional entre sociedad y cine en diferentes épocas. Desde los cineastas rusos de los años 20 y 30 que se dedicaron en cuerpo y alma a ensalzar la revolución rusa, pasando por la representación de las revoluciones de mayo del 68 y todos los cineastas del cine militante y de liberación latinoamericano y europeo, y terminando en las manifestaciones fílmicas de la Primavera Árabe, la cumbre del G8 o el 15M, por citar solo ejemplos muy representativos. Todos ellos han creído en el uso del cine como arma cargada de futuro que servía y sirve para remover conciencias, oponer y contrastar realidades y transformar las sociedades.

A la hora de seleccionar un tema del que hablar en el cortometraje, ¿cómo es tu proceso de creación?

Depende mucho del proyecto en sí. Hay ideas que parecen que surgen solas, del tirón, como si ya estuvieran ahí desde hace tiempo y solo tuvieras que recordarlas.

Este cortometraje, Nuestra Calle, nació así, entero y muy rápidamente. Fue como si mi conciencia feminista, que llevaba años construyéndose y afirmándose, de repente, se consolidase y rubricase el proceso que había vivido los últimos tiempos con este guión, que nació en una sola noche en la que me costaba dormir.

Otros procesos creativos han sido más largos, más fragmentados y han requerido un esfuerzo mayor en la creación de la historia.

Para nosotras, ha sido difícil encontrar referentes femeninos en el mundo del cine (y más aún detrás de las cámaras). ¿Quiénes han sido tus referentes?

Me parece importante hablar, en primer lugar, de las pioneras del cine que han sido penosamente invisibilizadas durante años, como s Louis Weber, Alice Guy o Anita Loos.

Yo he estudiado Cine en varias universiadades y escuelas y hemos estudiado y hablado de Griffith, de los Lumière, de Eisenstein hasta la saciedad. Pero estas mujeres fueron igualmente unas adelantadas a su tiempo y lograron llegar muy alto en la industria cinematográfica de la época pero, sin embargo, la historia no ha sido justa con ellas, como suele ocurrir.

Como referentes más contemporáneos tengo a Sofía Coppola, Claire Denis, Naomi Kawase o Paula Ortiz, por citar una directora patria que me encanta.

Lois Weber, la primera mujer que dirigió un largometraje

 Actualmente te encuentras inmersa en el proceso de financiación de tu nuevo proyecto “Nuestra calle” ¿Qué es lo que quieres contarnos en este corto?

El proyecto cuanta con 3 objetivos

1º Visibilizar y dar importancia a las agresiones de la base de la pirámide del machismo y decir basta. Este tipo de violencias legitiman y perpetúan la cultura patriarcal en la que vivimos, y en algunos casos, permiten que lleguemos a la cima de la pirámide.

2º Trasmitir un mensaje de sororidad. Evidenciar que las mujeres nos vemos como compañeras en el camino y que podemos servirnos unas de otra para aprender, comprender y redescubrirnos mediante la empatía y las relaciones especulares. Juntas somos más.ç

3º Reivindicar la figura de la mujer detrás de las cámaras. El 80% del equipo técnico está liderado y compuesto por mujeres.

Hablas de un tema esencial, tomar conciencia y reivindicar que el espacio público también es nuestro y nos queremos seguras, tanquilas y libres. Un tema que cada vez está más presente en la conciencia de la gente. Esto me recuerda lo sucedido el 8 de marzo, las mujeres tomamos la calle y reivindicamos nuestro espacio en la sociedad,en el trabajo y la vida, ¿cómo y dónde lo viviste?

Lo viví en Madrid, junto a miles y miles de leonas que esa tarde y esa noche aullamos juntas por una sociedad más justa y más libre. Me sentí muy emocionada, me sentí poderosa, me sentí abrumada, me sentí valiente y me sentí feliz rodeada de mujeres luchando.

¿Cómo puede apoyar la gente el proyecto?

En esta primera fase, cada persona puede aportar lo que considere en la campaña de crowdfunding que estamos lanzando para completar el presupuesto. https://www.verkami.com/projects/20511-nuestra-calle

También necesitamos figuración, y colaboración en cesión de espacios, material, etc.

Más adelante, la gente puede colaborar viendo el corto y compartiéndolo. Lo más importante para nosotras es que la gente vea nuestro proyecto. Si logramos que alguna mujer se sienta identificada y de un pasito al frente o que algún hombre reconozca algún privilegio y de un pasito atrás, el objetivo del corto estará más que conseguido.

¿Crees que el activismo favorece o perjudica tu carrera?

Quiero pensar que no la perjudica, además, ahora afortunadamente el feminismo está adquiriendo mucha visibilidad, por lo que, en ciertos ámbitos, puede llegar a ser beneficioso.

Ciertamente en otras partes puede ir en detrimento, pero creo que el primer paso de la desconstrucción y el nuevo aprendizaje que todas debemos hacer es mediante la autocritica, la autoconsciencia y la coherencia. Quiero decir, si esto me cierra alguna puerta, será porque estoy en el camino adecuado, ya que los ámbitos donde un cortometraje como el mío no se consideren adecuados o positivos serán espacios donde yo no quiero estar.

Existe una violencia clara en el contexto de la calle, tanto diurno como nocturno. ¿Qué opinas sobre esta campaña (mira vídeo)?

Creo que debemos pelear por una calle propia, segura y libre para todas las personas que la habitan, y mi corto se centra en reivindicarlo activamente.

Por otra parte, creo que se tiene a criminalizar a los obreros y a un determinado tipo de hombres, muchas veces pertenecientes a una clase social concreta en este tipo de campañas de acoso callejero. Cuando en realidad, no agreden verbalmente a las mujeres más que el resto de clases sociales, ya que nos encontramos ante un mal endémico y muy extendido entre perfiles muy diversos. Creo que en ese punto hay ciertos aspectos clasistas.

Sin embargo, la realidad es que ese miedo existe, esa privatización de la calle ante la mujer existe. La solución que yo encuentro es recuperar la calle como espacio de reivindicación, de reunión, para fomentar el tejido social, pero sobre todo como espacio propio. Y podemos hacerlo mediante el activismo, la unión, la lucha activa per también a título individual, en cada uno de nuestros pasos en la calle. Ha llegado la hora de que pisemos la calle como si de verdad creyésemos que es nuestra porque lo es, y más que lo será.

En cifras de 2015 de CIMA, existía un 26% de mujeres frente a un 74% de hombres trabajando en el cine en este país. Por eso nos encanta tu iniciativa y el contar con un equipo técnico femenino en un 80%. 

Hemos intentado dar apropiarnos de otro espacio más, el de detrás de las cámara. Además del 80% de equipo técnico femenino, intentamos romper el techo de cristal y que las mujeres dirijan los departamentos y también, conquistar departamentos tradicionalmente masculinizados como el sonido, el montaje, las eléctricas o la dirección.

¿Y cómo se traduce (desde tu punto de vista) esta situación en Castilla y León, donde, siendo sinceras, la industria cinematográfica es minoritaria?

Creo que iniciativas como la vuestra son cruciales para dar visibilidad, pero también para fomentar el entramado social y cohesionar. Creo que no es verdad que no se hagan cosas en Castilla y León. Creo que no se da la suficiente cobertura.

Creo que impera un cambio estructural en la industria audiovisual en Castilla y León. Necesitamos más apoyo institucional, más apoyo de las marcas y empresas castellanoleonesas, que patrocinen y apoyen la industria audiovisual local, y sobre todo, necesitamos seguir peleando, no desanimaros y darnos cuenta de que no estamos solas.

Parece que actualmente el feminismo “está de moda” y ciertas multinacionales (de moda, sobre todo) se lucran de ello. ¿Crees que se puede desvirtuar y banalizar la verdadera lucha del feminismo?

Creo que hay que analizar cada caso concreto, pero cuando una gran compañía se lucra de este tipo de iniciativas creo que hay que andar con pies de plomo porque el capitalismo y el patriarcado (dos amigos muy cercanos) tienden a reapropiarse de los mensajes, lenguajes y herramientas de los oprimidos, transformándose y mutando rápidamente, para seguir manteniendo las mismas posturas de privilegiados y oprimidos.

Dicho esto, creo que es mejor que el mensaje se transmita y se democratice lo suficiente como para llegar a una gran mayoría.

Todos los cambios sociales importantes, comenzaron gestándose en una minoría, una elite, fuera cultural, política o económica. Pero no se hicieron efectivos hasta que la literatura, el cine, la televisión, las redes sociales o la publicidad (depende de cada época) se hicieron eco de la nueva corriente y la extendieron entre la masa.

El cambio que nosotras planteamos nos afecta a todas y todos en todos los aspectos de nuestra vida, por tanto, para conseguir una igualdad efectiva y real en todos los ámbitos, el cambio debe ser mayoritario y global, por tanto, su transmisión mediante los mass media es importante y necesaria.

Pero insisto, debemos mantenernos ojo avizor, atentas y vigilantes para ver cada paso que damos, cada elemento que sumamos, cada campaña que sale para analizarla, juzgarla y criticarla, en caso de que sea necesario, porque comprobemos que pervierte o daña nuestro mensaje, al igual que debemos analizarnos juzgarnos y criticarnos a nosotras mismas en nuestra deconstrucción.

Pero ojo, debemos ser justas y comprensivas. Este cambio que proponemos no es sencillo, es complejo, y agotador, porque todas estamos llenas de contradicciones, de pequeñas incoherencias que nos ponen piedritas en le camino hacia la despatriarcalizarnos, por tanto, debemos intentar ser comprensivas con nosotras mismas, pero también con las demás. No debemos convertirnos en jueces inflexibles (a menos que la situación lo merezca, en ese caso, caña) que solo se detienen en la fallo o en la diferencia y centrarnos en apoyarnos y facilitarnos el camino para conseguir que todas y todos lleguemos a la meta.

Para finalizar, ¿Cuál será tu siguiente paso?

Rodar en Junio, realizar el montaje, la postproducción y las mezclas en verano y estrenar en octubre. Esperamos que lo vea mucha gente y logremos transmitir nuestro mensaje.

Después, continuar mi camino de deconstrucción, seguir luchando, aprendiendo y escuchando, y rodar para contároslo!!!

LA CALLE ES NUESTRA!!!!

++info: http://clarasantaolaya.portfoliobox.es/

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