Un regalo al imaginario

Poesía Pájaro

Elefante Rosa Poesía es un colectivo, actualmente formado solamente por mujeres aunque no siempre ha sido así. Son un grupo de personas que va un paso más allá. No sólo hacen y trabajan la poesía, si no que experimentan con ella en todos los formatos posibles. Es un colectivo con 10 años de andadura en la experimentación del hecho poético desde la performance, la imagen, la videocreación, la acción poética y las diversas formas de vivencia poética que estén por venir. Trabajan desde el subconsciente, desde la intuición y el juego. En algunas de sus acciones, como los tupper poetry, generan imágenes poéticas que regalan al imaginario del público.

Elefante rosa nace como colectivo en 2004 en Granada. Actualmente trabajan desde dicha ciudad, Valladolid y Madrid. Durante estos años, han experimentado sobre el hecho poético desde diversos ámbitos, pudiendo diferenciar cuatro grandes bloques: fanzine/objetos poéticos, espacio radiofónico, talleres y artes escénicas.

Hablamos con Alma y Vanesa sobre el colectivo, sus proyectos y acciones, sobre el enfoque cultural en Casilla y León y algunxs de sus referentes.

¿Cómo nace Elefante Rosa Colectivo? ¿Y quienes forman parte de él?

Alma: El colectivo nace en granada en 2004, estábamos estudiando Antropología Social y tres amigas decidimos empezar a hacer un fanzine, porque dos escribíamos y otra hacía fotografía. Empezamos con el fanzine, pero luego se fue incorporando más gente. A fecha de hoy, que se sientan parte del elefante, y que estemos un poco en activo, aunque bueno también ha cambiado mucho la cosa. Estamos Tara que vive en Granada, Bárbara que vivan las palmas, Esther que vive en Bélgica, Lidia que vive en Barcelona, y Cris que vive en madrid y yo que acabo de volver a Valladolid y me llamo Alma.

Ahora mismo cómo tal, acción acción directa, como por ejemplo hacer una actuación algo así, si los siguiente lo tenemos pensado para Octubre.

Vanesa: En Granada sí que están más activas y sí que realizan Slam de poesía que se hacen desde el Elefante Rosa, por ejemplo. Aquí hacemos cositas pequeñas.

Vemos que salis de la poesía “establecida” y realizáis tupper poetry o slams de poesía ¿Qué es eso de la acción directa?

Vanesa: Un tupper poetry táper son una serie de performance simultáneos en un espacio doméstico en relación a una temática. Es muy chulo, la gente viene y entra en un espacio donde ven un performance en vivo del que se van a hacer solo 4 pases.  Les encanta. Supone muchísimo trabajo y pero bueno gusta mucho.

Alma: La idea es generar imágenes poéticas. Nosotras trabajamos con la poesía como hecho. Un tupper tiene un hilo de una performance y un tema, pero la idea básica es que la persona que entra se encuentre una imagen que sea poética y que sea potente y se lleve. Es como un regalo al imaginario. En el último que hicimos, por ejemplo, generamos un desierto en un dormitorio, con arena. O una serpiente dentro de una bañera pintada de azul y del inodoro salían un montón de margaritas.

¿Qué tiene vuestro Elefante Rosa de alucinación y cuál de ellas os gustaría llevar a la realidad?

Alma: El nombre de Elefante Rosa tiene un poco que ver con esto de “ahora lo ves, ahora no lo ves”. Y también tiene que ver con otra pregunta que nos habéis planteado, que es sobre la distribución. ¿Hasta dónde se llega? Ahora lo ves, ahora no lo ves. Está, pero no está.

Y ¿qué queremos llevar a la realidad de la alucinación? Creo que el hecho de ser un colectivo alrededor de la poesía y compuesto sólo por mujeres ya es bastante. Ahora compuesto sólo por mujeres, porque tampoco ha sido siempre así. Ha habido momentos en los que han participado hombres.Pero, creo que eso en sí mismo, no es práctico no genera pasta…ya es una alucinación cualquier cosa fuera de esos parámetros.

Lleváis varios años trabajando y en este tiempo habéis experimentado con varios tipos de actuaciones en torno a la poesía, ¿por qué os habéis centrado en este modo de expresión?

Vanesa: Creo que es gusto personal, nos gusta la poesía y quizás, también sentimos la necesidad de jugar con ella. Siempre nos hemos definido como un colectivo rompe-atriles, por quitar un poco ese …

Alma: ¿”caspa”?

Vanesa: Sí, no quería utilizar ese término pero sí.

Alma: La poesía que sólo pasa por la parte cognitiva no creo que aporte belleza.

Hemos leído que comentáis que a veces la poesía no cabe en un poema y por eso la poesía escénica, ¿en qué consiste?

Alma: La frase, por ser justas, la sacamos de un poema de Roger Wolfe, que le puso la música Diego Vasallo que dice “toda esta poesía que nunca acabe en un poema”. Teníamos el fanzine en papel, no queríamos aceptar publicidad y nuestros recursos económicos no llegaban para distribuir y fotocopiar al ritmo que nos gustaría y además hacer llegar ejemplares a personas que colaboraban de fuera de Granada (en ese momento). La manera que veíamos de poder fotocopiar y distribuir era conseguir dinero a través de fiestas en bares. Pero para que ese evento tuviera un poco de “chicha”, lo que queríamos presentando los números de los fanzines era que los poemas que estaban publicados tuvieran una puesta en escena. Ahí fue donde empezó el salto del poema en texto al poema en imagen. Ahí empezaron los cabarets poéticos en relación con otro colectivo de Granada “La mona y el boquerón”, que hacían básicamente circo. Ese fue el camino que nos fue llevando a la performance y a otros hechos más visuales de la poesía.

Nos han gustado mucho vuestro videopoemas, ¿cómo es el proceso de creación?¿se crea un guión y se van siguiendo una serie de pasos, es algo mucho más libre e intuitivo…?

Vanesa: Hacemos cosas de manera colectiva, pero en el caso de los videopoemas , por lo general, los hacemos de manera individual. Entonces cada persona tiene su propio proceso creativo, aunque sí que hemos hecho algunos que han funcionado un poco como el fanzine, con convocatoria abierta y en el que se ha hecho un trabajo colectivo.

Creo que en líneas generales, todo lo que hemos hecho y lo que hacemos es fresco porque lo hacemos un poco desde el subconsciente y desde la intuición y el juego. Aunque tiene la contrapartida del caos, pero no hay un guión, como mucho para una serie de actuaciones. Y es bueno. Cuando estuvimos, por ejemplo, en el TAC de Valladolid hicimos una actuación (performance con danza), lo ensayamos tanto que desde mi punto de vista perdió frescura. No es teatro, con todos mis respetos al teatro, claro.

¿Tenéis algún referente en vuestros campos de actuación o simplemente habéis querido romper con todo e innovar, salir de lo establecido? ¿con qué colectivos os habéis relacionado en este aspecto?

Alma: Es algo más orgánico. En lugar de hacer una búsqueda y decir me quiero relacionar con tal o cual colectivo, te los cruzas, con personas humanas en un momento dado, tomando una caña.

Vanesa: A veces sí que he lanzado vías. Tal colectivo está trabajando ahora en Valladolid y contactas. En otras ocasiones convocas, por ejemplo para hacer un festival de poesía o lanzar un fanzine. ¿Para qué surgen o surgieron tantos colectivos? Porque hacer cosas en Valladolid de manera individual era muy complicado. Te asocias y una vez que los colectivos están formados, trabajan entre ellos para apoyarse.

Es curioso como hace unos años conocíamos al 90% de los colectivos. Habíamos colaborado con todas estas personas. Y ahora, cuando han hecho este pedazo de trabajo en Ciudad Abisal, en las Galerías López Gómez, ves todo ese mapeo de iniciativas culturales sumergidas y piensas…¡Ala si no conozco ni a la mitad!…

Alma: ¡Qué bien!

Vanesa: ¡Estamos super contentas!

También editáis vuestro fanzine, habéis desarrollado talleres para la creación de fanzines, etc ¿cómo se llega a la autoedición, y cuáles son los obstáculos más importantes a superar?

Alma: Pues fanzine como tal, al principio lo hacíamos en papel con grapa y doblado en el formato mítico. Luego hemos estado haciendo fanzines-objeto, como poemas-objeto. La gente enviaba algo para meter, por ejemplo, en una lata o en una botella o en un tupper y era poesía comestible. También hemos hecho un fanzine visual con una convocatoria que se llama Cuarentenas y Secretos y la gente enviaba cómo se deshacía de un secreto en un vídeo de 1 min y luego montábamos los 40 vídeos. El fanzine como tal lo hemos llegado a hacer en vídeo y en objeto, no sólo en papel.

El tema de autoeditar el fanzine…pues la libertad de poner lo que te viene en gana, sin estar atandote a los tiempos o contenidos que marca la directriz de otra persona o otra entidad. Los contras es la parte económica, la parte de las limitaciones de la distribución porque no se llega a los mismos sitios a los que se puede llegar cuando está establecida una estructura. Es un yo me lo guiso, yo me lo como” desde el minuto cero.

Cuando lo hacíamos en papel era muy divertido, volviendo al tema del encuentro y de la parte del afecto y de la amistad, el quedar con las tijeras y el pegamento, echar la tarde y montar el fanzine…Pero el tema de distribuirlo si que ha sido muy pesado porque a nivel económico es muy difícil. Salvo que estés viajando y lo lleves a un lugar, pero el problema es cuándo vuelves a recoger el dinero…Se va perdiendo y eso sí que daba mucha sensación de agotamiento. Y también poderselo enviar a las personas que habían colaborado en correo postal, al final era una pasta que no se recuperaba. Entonces la parte de la distribución, bajo mi punto de vista, es la más dura de la autoedición. La más bonita es poder gestionar como quieras y a tu ritmo.

Vanesa: Yo creo que creativamente también es muy chulo poder decidir en qué formato lo hago, ¿a quién voy a pedir la colaboración de la portada? ¿lo voy a hacer cartonero o cómo?

Alma: Cartonero lo hemos hecho también y otro con tela por fuera, en papel de estraza…

Vanesa: El último también ha sido de objeto.

¿Y dónde podemos encontrar los fanzines de Elefante Rosa?

Alma: Los que están en papel están colgados en ISSUU, que es una página de internet donde puedes descargarlos, imprimirlos y graparlos.

Vanesa: En mi local también. Tengo un espacio para la autoedición y ahí hay unos cuantos elefantitos. El local es La Fontanería Crea, está en Valladolid, al lado de la plaza Abadillos. En la página web tenéis toda la información http://www.lafontaneriacrea.es/que-es/.

Tenemos material autoeditado no sólo del Elefante Rosa, hay otras cosas como objetos creados por artistas. Luego en los encuentros de autoedición, en las ferias, también puedes encontrar fanzines del Elefante Rosa. La última en la que participamos en noviembre, el EA-Encuentro de Autoedición que hicieron en la Ferroviaria.

Dentro de esta ola feminista y de fanzines hechos por mujeres, nos han llamado para participar y ahí hemos tenido que aclarar que no éramos ni un colectivo específico de mujeres ni un colectivo feminista. Sí, somos mujeres y somos feministas, entonces…

Alma: ¡Qué fanzine te va a salir!

Vanesa: En la temática hablas de lo que te compete y sale algo feminista, pero la voluntad es trabajar sobre la poesía y experimentar con ella en todos los formatos posibles. Poesía experimental.

Los fanzines se encuentran en los bares y en las ferias de autoedición. En los bares, por ejemplo en la Librería-café La Otra podéis encontrar.

Desarrolláis vuestra actividad en Granada, Madrid y Valladolid; nosotras nos centramos en lo que sucede en Castilla y León, por tanto, repasemos un poco las actividades que habéis llevado a cabo en la comunidad. Por ejemplo, taller financiero en Urueña, festivales poéticos en Valladolid, feria de autoedición en Salamanca, performances en Valladolid…¿Nos podéis comentar algo destacado de estas acciones?

Vanesa: Diferenciaría entre lo que ha estado vinculado a la institución, que queda muy bien, pero quizás lo otro lo valoramos más por el curro que hay detrás. Sí, hemos estado en el TAC o en FACYL y otros fuera de Castilla y León, incluso de España, pero realmente los que sientes que lo has trabajado más es lo autogestionado. Personalmente es muy gratificante.  

¿Cómo se vive en enfoque cultural en Casilla y León? ¿Os habéis encontrado con muchas barreras? ¿Y por el hecho de ser mujeres?

Alma: Dificultades en Castilla y León, hecho de menos un público y un movimiento que me sirva de revulsivo, porque a veces me falta feedback.

Vanesa: No hay suficientes espacios para exponer, no hay espacios para actuar, si actúas tienes problemas (porque puedes tener muchos problemas), las trabas burocráticas a la hora de pedir permisos en la calle, a la hora de publicitar no puedes poner un cartel en la calle, te pueden multar desde 60 euros y tienes que ponerlos en los bares de siempre o en las redes sociales… En cuanto al público, puedes pensar que no lo estás haciendo bien o que no interesa. Es un público castellano que es duro. Pero hay que hacerlo, porque si no es un páramo cultural. No puedes dejar de hacerlo, pero es frustrante.

Alma: Porque sea un páramo cultural o por una necesidad propia. Al final que tenga una repercusión o no, en mi caso, es secundario. La cosa es el mostrar, el dar forma, y una vez que lo tienes compartirlo, pero como un acto de “si alguien le aporta, que lo tome”.

Para ir terminando, solo un par de preguntas curiosas: ¿tenéis alguna actividad previsa en los próximos meses?

Alma: Vamos a hacer un tupper, queremos que se materialice pero cabe la posibilidad de que no sea así. El tupper será sobre el tema de la muerte. Este último año ha sido fuerte por vivencias personales para varias de nosotras con este tema. Una de las cosas que hacemos con el Elefante es expresar y transmutar cosas que nos pasan en primera persona.

Queremos hacer primero un encuentro creativo sobre ese tema y un tupper para octubre con eso.

Vanesa: Yo creo que es necesario porque es un tema que es muy cotidiano y no se habla. Y a parte, una cosa interesante del Elefante, desde mi punto de vista, es la sinceridad. La gente lo agradece y conectas con el público por lo sincero de los performances.

Y por último, ¿nos podéis hablar de alguna mujer creadora o gestora cultural a la que admiréis?

Alma: Me he sentido muy a gusto en el espacio de Ponferrada de Dos Mil Vacas, de Reme Remedios. Hace círculo de mujeres, hace terapia, hace conciertos, hace exposiciones y es un espacio bastante híbrido y flexible que creo que puede ser un referente. Se sale de galería, fin, espacio creativo, fin….tiene un poco de todo.

Vanesa: Yo como artista me encanta Susana Blasco que es de Zaragoza y hace unas cosas maravillosas con collage e intervenciones en la calle. También Susana Fernández, que está en Salamanca y hace teatro con objetos. Ganó uno de los premios del TAC y es algo tan sensible y sensorial…Maravillosa!!

Me gustaría destacar también algunas personas de Valladolid, por irnos a lo local: el espacio de La Bien Pagá donde están las chicas de Líbera Teatro, la escuela de danza de Enriqueta Morejón…

Alma: Justo ahora para marzo han organizado un certamen de mujeres que bailan.

Vanesa: Luego como gestora cultural a nivel local, las iniciativas que ha promovido Bea Esteban son siempre de una calidad buenísima y siempre está en todos los “charcos feministas”.

Alma: Hacia el sur en el Atlántico, para escucharlo una vez y otra.

Vanesa: Luego hay una chica que tiene un colectivo, empresa…no sé cómo llamarlo, que se llama Createctura. Está por el norte. Hace instalaciones desde la arquitectura en relación con la educación. Yo ahora he empezado un colectivo de instalaciones en Valladolid.

En la Librería-Café La Otra, Arantxa. Son tres personas en realidad, pero quizás tengo más contacto con ella. La cultura, la gestión que está moviendo desde lo comunitario, por su perfil sociológico y feminista, es una pasada.

Tengo que decir que tengo un proyecto entre los dos espacios, con ella, que se llama “Vecinas. Una historia con minúsculas” y se va a desarrollar en los próximos meses en Valladolid, en la calle Juan Mambrilla en concreto. Es un proyecto en relación con esa otra historia de la vida cotidiana de la gente, en este caso de las vecinas. Va a ser un proyecto que se va a desarrollar desde ellas, de una manera orgánica, como lo quieran hacer ellas.

++info:
http://lasquehabitan.com/2018/02/08/colectivo-elefante-rosa/
http://elefanterosapoesia.wixsite.com/elefante