Cristina R. Vecino: «Me gusta fotografiar instintivamente y poder conocerme a través de las fotografías»

Fotografía de Ricardo Suarez
Foto: Ricardo Suárez

Hace una semana conocimos que Cristina R. Vecino, creadora vallisoletana, formará parte de la Exposición Europea de CreArt 2018. Desde ese momento, Las que Habitan hemos querido conocerla y conocer su trabajo, hablar con ella. Antes de comenzar con la entrevista, os dejamos unas pequeñas pinceladas sobre su trayectoria. Cristina es Licenciada en Comunicación Audiovisual y compaginó sus estudios con becas en medios de comunicación tanto de televisión como en prensa.  En 2008 realizó el máster en Edición y Postproducción de video en la Escuela Trazos en Madrid. Ese mismo año decide ocuparse profesionalmente en la aplicación de sus ideas estéticas y narrativas de la imagen al reportaje fotográfico publicitario, social y periodístico como herramienta de comunicación, actividad que compagina con la realización de documentales, vídeos y proyectos fotográficos personales. En 2012 cursó el Taller de Realización de Documentales en la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños (Cuba). Ha realizado exposiciones tanto individuales (Irreversibles, 2013 en El Carrusel,  Rastro, 2015 Colectiva Cre-Art comisariada por Galería Javier Silva en la Sala municipal Las Francesas, Valladolid)  y colectivas como el colectivo Joint Kids o dentro del marco CreaVa con Topoanálisis o 28 días en diferentes espacios. En 2016 participó conMemoria Construida un diálogo con Maria Tinaut en Galería Javier Silva. 

Cabe destacar, a parte de su perfil en la creación y producción fotográfica, su trabajo como gestora y comisaria del espacio El Carrusel – Taller de Fotografía, un espacio enfocado en la divulgación en torno a la fotografía, desde una perspectiva local. 

Hemos visto que tu formación, a parte de la fotografía, también es en el ámbito del vídeo ¿Cómo y cuándo empezaste en la fotografía? ¿Continúas investigando en torno a la creación audiovisual-vídeo?

Sí, siempre me ha atraído mucho la imagen en general. Y al principio más el vídeo que la fotografía, sobre todo en el ámbito del cine o medios de comunicación. Aunque ya había tenido curiosidad por la fotografía antes de empezar a estudiar, fueron las practicas en el periódico lo que me hizo interesarme más por la fotografía. Y al final no sabes cómo, pero empiezas a realizar trabajos por tu cuenta y a vivir de ello. Sigo con la creación audiovisual pero requiere más tiempo. Son procesos más complejos.

Como creadora, dentro de tu proceso de creación, ¿los proyectos surgen de ideas fruto de un estudio previo o lo hacen naturalmente?

Creo que las dos cosas. Unas veces las ideas surgen sin más, percepciones que tienes, emociones, ideas a las que das vueltas. Eso te hace investigar más y profundizar, pero en el camino pueden surgir otras nuevas. Es un proceso continuo. Hay ideas que se estancan y luego vuelven. No creo que las cosas sucedan de una manera lineal, las cosas suceden a la vez. Los temas que me inspiran para mis proyectos al final están bastante relacionados, y se nutren unos de otros.

De todas maneras, me gusta fotografiar instintivamente y poder conocerme a través de ellas. Lo disfrutas más que cuando ya tienes una idea en la cabeza, solo puedes ver eso, y aunque es bueno, también limita.

Tu fotografía se encuadra dentro de la contemporánea, ¿crees que llega el mensaje al público?

No sé cuánto, ni cómo, ni a cuantos llega. Es algo difícil de cuantificar. Me fascina la idea de que cada persona se apropie de las imágenes y pueda transformarlas en lo que quiera. Hay personas que comparten contigo ciertas sensaciones, que a veces no tienen por que ser las mismas que las mias, y eso es bastante bonito.

Además de ser creadora, también realizas tareas de gestión cultural y comisariado en torno al hecho fotográfico en el espacio El Carrusel – Taller de Fotografía. Cuéntanos, ¿qué es El Carrusel, objetivos y proyectos?

El Carrusel es un proyecto que comencé hace más de cuatro años con Ricardo Suárez. La idea surge por la necesidad de un espacio dedicado a la fotografía, tener nuestro espacio de trabajo y abrirlo a la ciudad para que se pueda ver, vender y hablar de fotografía. Hacer proyectos y exponer trabajos nuestros y de otros fotógrafos que compartan una cierta mirada y lenguaje personal dentro de la fotografía. Queríamos que sucedieran cosas, que generase movimiento en nosotros y en la ciudad.

Y… ¿Cómo es compaginar la gestión cultural con la creación?

Ya no solo es compaginar estas dos cuestiones, si no que hay una tercera. Soy fotógrafa, y también hago trabajos por encargo. Hay que equilibrar todas ellas, y tener tiempo para todo. Los trabajos de fotografía comercial permite poder hacer las otras dos anille económico, aunque también te quita mucho tiempo. No se puede vivir sólo de la gestión cultural y de la creación, o aún no lo he conseguido.

Desde El Carrusel también colaboráis como espacio con CreaVa ¿Qué tenéis pensado para este 2018?

Traemos un proyecto de fotografía que nos encanta. Es contundente y visceral. Es documental pero a la vez creativo, con una mirada muy personal y profesional. Uno de los requisitos de CreaVa es que el artista sea de Valladolid, Alfonso Moral es de la ciudad pero lleva mucho tiempo fuera. Ha sido un placer contactar con él y que aceptara tan ilusionado nuestra propuesta. En este caso la ayuda económica que proporciona creava es fundamental para poder generar contenido con calidad, traer a gente de fuera y ayudar con los gastos de producción, transporte, alojamiento…

Por cierto, enhorabuena por la selección en CreArt 2018. ¿Podrías contarnos más acerca del proyecto ‘Under the noise and fury’ en el que te encuadras dentro de la propia exposición?

Es un proyecto que comparto con otros dos fotógrafos Ricardo Suárez y Victor Hugo Martin Caballero. Tenemos otro proyecto, ECOS, en la sala 0 de Museo Patio Herreriano para este año comisariado por Ana Moyano Cano, de ahí salió presentarnos a la propuesta Six Memos/ Seis Propuestas de la comisaria Branka Bencic sobre la última obra de Italo Calvino. Gira en torno a los seis conceptos de luminosidad, rapidez, exactitud, visibilidad, multiplicidad y consistencia. Intentamos enlazar nuestros trabajos con el título “Bajo el ruido y la furia” para hablar sobre la necesidad de encontrar un equilibrio a todo el exceso general del mundo que nos rodea.

¿Cuál es tu visión de la fotografía actual en Castilla y León y cuál es la situación de la mujer? Como dato, creo que la única española en la agencia Magnum es mujer y es Cristina García Rodero. 

En Castilla y León se nota la despoblación, con todos sus factores y causas, y no solo tiene consecuencias en fotografía. Creo que aún queda mucho para entenderla de otro modo, desde las escuelas de imagen o fotografía hasta nuestra misma perspectiva de entender el mundo. La fotografía narra y cuenta nuestro contexto y nuestra época. Ahora que tenemos acceso a mucha información desde el otro lado del mundo, tengo la sensación de que Castilla y León está inmóvil desde hace tiempo.

Así que mujeres y hombres lo tenemos complicado en muchos aspectos aquí. Por eso muchos se van a otros lugares donde vivir de esto sea posible, o simplemente porque existen otro tipo de posibilidades de una manera más continuada y estable.

Como en todos los ámbitos, la mujer se tiene que esforzar más, convencer más. Cristina García Rodero suele decir que la fotografía siempre ha sido un mundo de hombres. Y si, he vivido muchas situaciones machistas en mi profesión, claro. Pero con mis fotografías he conectado tanto con mujeres como con hombres, y eso es reconciliador.

Ya no es tanto el reconocimiento de la mujer sino que este problema tiene más que ver con el interés o empatía con nuestros imaginarios, y una vez más, con nuestra manera de entender el mundo y estar en él. Si los que deciden contenido en programaciones o concursos son hombres y no empatizan con ciertos temas o puntos de vista femeninos, la visibilidad será menor y nuestro aporte a la configuración del mundo también.

La fotografía como aparato tecnólogoico es algo muy diferente de la fotografía como comunicación o expresión. Por lo general, me doy cuenta a veces, que las grandes industrias tienen como público objetivo a hombres para vender sus grandes y potentes cámaras como si fueran todoterrenos. Convenciendo de que cuantos más megapixeles tengas mejor fotógrafo serán. No tiene nada que ver con eso.

¿En qué proyecto o proyectos trabajas ahora?

Acabo de terminar mi último trabajo Anegar, una exposición en la galería Javier Silva de Valladolid. Ahora estoy pensando como poder hacer un libro con ese material. También tengo intención de hacer proyecciones audiovisuales y probar algunas técnicas diferentes para soportes de fotografía. Pero sobre todo el proyecto ECOS en el que ya estoy trabajando.

Por último, como fotógrafa siempre me gusta preguntar algo que pare mi significó mucho, la primera cámara ¿recuerdas la tuya?

La verdad es que no tengo ese recuerdo de mi primera cámara, usaba compactas, desechables… Revelaba en un pequeño laboratorio casero simplemente como curiosidad y recuerdo una pequeña cámara de video con la que jugaba bastante. La verdad es que tenía en mente estudiar otras materias totalmente diferentes, pero al final pequeñas decisiones te llevan por otros caminos que ni imaginabas. El cariño lo tengo a mi cámara de ahora, que creo que nos entendemos bien, con ella he explorado mucho mi lenguaje fotográfico y a mi, también.

++info: 
http://www.cristinarvecino.com/
http://fotografiaelcarrusel.com/

Fotografía de Ricardo Suarez
Foto: Ricardo Suárez